Educar para la paz y la no violencia

La violencia no es algo solo propio de los adultos, puesto que se manifiesta desde la infancia. La educación es un factor decisivo para construir una sociedad justa, tolerante y pacífica. Se comienza en la familia y se continúa en la escuela con la colaboración de la familia y de la sociedad, especialmente de los medios de comunicación. La familia pacífica no está libre de conflictos, pero sabe entender el sentido del conflicto y lo maneja con habilidad, porque conoce la forma de convocar la voluntad de todos para que contribuyan a resolver los conflictos de manera civilizada, razonable y constructiva.

Algunas pautas para ayudar a los padres a construir una familia pacífica, en la que se eduquen hijos e hijas responsables, tolerantes y generosos.

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